El martes tuve una crisis matemática. Aparecieron por primera vez en este curso los logaritmos neperianos (una operación que nunca he entendido, si queréis mi parecer), que no pueden resolverse de forma humana sin calculadora.
Llevo haciendo esta operación creo que desde 4º ESO. Con la misma calculadora. Pues bien, estuve así como 10 minutos buscando la dichosa tecla. Fracasé, y tuve que buscarlo por internet. Resulta que la tecla de los cojones estaba en la primera fila. En ella se lee “ln”. Inteligente de mí, la asocié con integrales. Llevo dando integrales desde finales del curso pasado. No se pueden resolver con calculadora. (esto no sería un mal ADV xDDDDDDDD)
Tras esto, me di cuenta de que, definitivamente, necesitaba vacaciones. No vacaciones, si no VACACIONES con mayúscula. 2º Bachiller es completamente distinto al resto de cursos pasados, no hay duda. Pero mis vacaciones navideñas deben terminar ya, para darle prioridad a los exámenes que tengo nada más volver, a los resúmenes de química y lo múltiples comentarios de texto. En fin, es lo que hay, es un curso donde no paras quieto.
Mi Navidad nunca es gran cosa. Ya el año pasado, en esta y esta entrada; comenté mi espíritu anti-navideño. Pero este año ha resultado más acusado aún. No me estoy quejando, de hecho, lo prefiero así, más a mi aire y menos buenos propósitos y felicitar a gente que apenas voy a ver durante todo el año.
Y es ahora, cuando aflora la hipocresía más que nunca, me he dado cuenta de lo que he cambiado respecto al año pasado. Por supuesto, por dentro y a grandes rasgos sigo siendo la misma persona. Pero en los detalles está la clave, como siempre he defendido. Antes estaba siempre pendiente de la gente de mi alrededor más que de mí misma, lo cual no me importaba demasiado. Hasta que ciertos hechos me abrieron los ojos y descubrí que, en realidad, no merecía la pena. No un hecho, ni siquiera dos, sino una gran cadena que se ha ido produciendo durante meses.
Nadie se va a preocupar de ti tanto como tú mismo. Qué gran verdad, demonios. No merece la pena cambiar de manera de ser para complacer al resto. No compensa pasarlo mal por culpa de otras personas, ni por lo que dicen ni por lo que hacen; lo siento, pero yo ya no les doy esa satisfacción.
Así que lo reconozco. No soy simpática, nunca lo he sido. Soy bastante borde, sobre todo cuando se lo buscan. Soy tranquila, pacífica y de costumbres rutinarias. Soy bastante solitaria, me río por cualquier cosa. Soy sincera, inteligente, tengo cambios de humor en un mismo día, rarita y bastante friki. No soy la mejor persona del mundo, pero no tengo una mala opinión de mí misma. Sí, soy eso y mucho más, pese a que a veces parezca que se han dedicado a exprimir todo bueno que hay en mí. Si os gusta bien y sí no, buenas noches y buena suerte.
Pero es ahora cuando de verdad veo como es la gente. Por mucho que la Navidad nos empuje a ver de otra manera, las personas no somos buenas por naturaleza. Si todos nos riéramos un poco más de nosotros mismos y estuviéramos menos pendientes de nuestro propio ombligo, el mundo iría mucho mejor. Pero esto es lo que hay.
Me encanta mi manera de unir temas matemáticos y reflexivo-filosóficos xDDDDDDDD
Sí, también me enrollo como las persianas. En fin, para que luego me digan que en los exámenes escribo poco xDDDD. Me está quedando una entrada así como de ida de olla. Pero nada, ya ves, si no escribo estas cosas en el blog, donde lo voy a hacer? ;)
Serán las pocas ganas de ponerme a hacer algo productivo. Supongo que leer y videoconsolarme no entran en esa categoría. Si al final me estaré volviendo responsable y todo…
En fin, espero que vuestras vacaciones no estén tan atareadas como las mías. Espero que tengáis los ánimos por los cielos, que los míos estarán por ahí divagando =P