domingo, 30 de octubre de 2011

A ver si alguien me enseña a callar la voz de mi cabeza.


¿Tiene gracia que lo diga yo, verdad? Siempre he sido una chica más bien solitaria, que necesita de su espacio y tiempo propios. Valoro mucho el silencio, la calma. Pero últimamente no soporto estar sola.

Nunca antes el silencio me había oprimido tanto. Nunca he sentido la necesidad de poner música no por placer, sino para acallar el murmullo quedo de la soledad.

En compañía es más sencillo seguir adelante. O simplemente mantenerte en pie y no derrumbarte. Ni siquiera es necesario que te apoyen, su mera presencia hace que no quieras mostrar tus debilidades. Prudencia, protección, cobardía. Me da lo mismo qué palabra utilizar. Lo que importa, y perdonadme el pragmatismo, es el resultado.

Por eso me da tanta rabia este sentimiento. No saber, no poder controlarlo. El sentirse terriblemente sola rodeada de gente y no querer mostrarlo; y el sentirte abrumadoramente sola en, valga la redundancia, la soledad.

Estoy siendo egoísta, lo reconozco. Tengo un novio que me adora y con el que he pasado varios de los mejores días de mi vida, una familia más o menos sólida, unos buenos amigos y nuevas personas que han entrado en mi vida queriendo hacerse un hueco en mi cupo de amistad. Tengo salud, tengo inteligencia. Podría dedicarme a casi cualquier cosa que quisiera. Tengo una personalidad, no sé si buena o mala, pero al menos es la mía propia.

Tengo muchas cosas, pero ninguna de ellas hace que me sienta a gusto en un lugar. Últimamente he tenido un montón de cambios en mi vida, esperados e inesperados, pero ninguno de ellos me ha dado la motivación que creía que encontraría. ¿Sabes esa sensación de no terminar de encajar en ningún sitio? Es devastador cuando te das cuenta de que seguirá siendo así. Por que no sé qué más hacer para alcanzar ese objetivo.

Quiero pertenecer, sentirme plena de verdad. Quiero saber que estoy haciendo lo correcto en el lugar indicado. Quiero saber que mis esfuerzos no son inútiles, que no estoy desperdiciando mi vida. Quiero tantas cosas, pero a la vez echo de menos otras tantas… que parece un círculo sin fin alimentado por las lágrimas. De tristeza, de amargura. Incluso de ira contra mí misma por sentirme así. Quiero borrar la estúpida sensación de necesitar siempre, a la larga, algo más. Y nuevamente la impotencia y la ignorancia son las únicas en aparecer.

Cuando mañana por la mañana lea esta entrada, posiblemente me parecerá una tontería. La olvidaré a lo largo del día. Incluso me entrarán ganas de borrarla. Pero no lo haré porque, en el fondo, sé que hay posibilidades de que se repita. Ayer pasó lo mismo y no quise escribir nada. Hoy sí. Y tengo cierto miedo de que mañana, y al siguiente, y al día después… todo se repita.

sábado, 29 de octubre de 2011

Popurrí en fino, o vulgarmente de todo un poco.


¿Os acordáis de mí pese a mi ausencia? ¿Si? ¿No? Pues ya estoy de vuelta independientemente de la respuesta (xD). La verdad que el parón sin anunciar que ha sufrido el blog no entraba en mis planes, pero tanto por mi vagancia, prácticas y múltiples tareas que conlleva la universidad, a las que todavía no me he acostumbrado, me paso el tiempo durmiendo, comiendo y haciendo algo similar a estudiar :__

Este post es más que nada una recopilación de lo que ha pasado por mi agobiante vida y/o como afectará al blog de ahora en adelante.

  • Lo primero que hay que decir… el 11 de octubre, Y el Eco ya no Era mi Voz cumplió su 2º aniversario. Dos años al pie del cañón: casi 26900 visitas contabilizadas, 161 entradas y 160 seguidores. Pero los números no hacen justicia al esfuerzo, tiempo y voluntad que le he dedicado. Tampoco a la maravillosa gente qué he conocido a través de él, cómo me ha enriquecido e incluso ha matizado mi forma de pensar y ver las cosas, además de aprender a plasmarlas cada vez mejor en esta pseudolibreta cibernética.
    Como ya hice una entrada más emotiva y extensa en el 1º Aniversario y lo básico no ha cambiado… simplemente añadiré que os agradezco muchísimo cada visita, comentario y minuto que dedicáis a pasaros por aquí. Porque aunque un blog no es nadie sin su administrador, no hay duda que son los lectores los que también animan a continuar día a día. 1000 gracias, y espero poder hacer algún comentario o entrada similar el año que viene por estas fechas ;)
  • ¿A quién se le ocurre hacer un blog la víspera de su cumpleaños? Exacto, a mí ^^U. Por lo que ya habréis deducido que el 12 de octubre también fue una fecha significativa: quieras que no, 18 años no se cumplen todos los días. Aunque a efectos prácticos, yo no noto ninguna diferencia… Sigo igual de bajita, malhumorada y sarcástica que siempre. Más cansada, tal vez, pero no porque los años se me echen encima! xD

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Imagen random metida sin venir a cuento con la intención de separar las “fechas” de todo lo demás.

  • POR FIN HE CONOCIDO EN UNA BIBLIOTECA DE VERDAD Y NO LA MIERDA QUE HABÍA EN MI PUEBLO. Tenía que decirlo. Esta mañana he ido a la pública de aquí y ha sido como… ¿por qué no puedo coger 20 libros a la vez, eh? ¿Eh? ¿En serio seguirán aquí la próxima vez que vuelva? Si alguno de vosotros sois de una ciudad chiquita me entenderéis. Solo me queda añadir que entre el crujido acogedor de las tablas del suelo, el intenso olor a libro y el silencio respetuoso… quiero una sala así en mi futura casa. No es negociable.
  • Una de las cosas que esperaba con ansias de vivir en la residencia en Salamanca era el acceso ilimitado a páginas de series y cine; cosa que no tenía en mi casa por disponer de internet usb con capacidad limitada. Pero las monjas (que ya adelanto que NO irán al cielo) nos tienen cortado Megavideo y Megaupload y mi gozo está en un pozo desde entonces. Sin embargo, cotilleando y demás, he visto que si bien cuesta encontrar películas en servidores como Fileserve, no es así con la mayoría de las series. Conclusión: vuelvo a tener ganas de vivir *___*. De momento estoy con la nueva temporada de The Walking Dead y bajándome Broadwalk Empire (que todo el mundo la recomienda y me pica la curiosidad). ¿Alguna sugerencia de serie interesante para cuando acabe con ellas?
  • Hasta que descubrí la bendición de Fileserve me resigné a ver simplemente anime (añado que no tengo tele en mi cuarto ni nada similar, necesito ver vídeos o simplemente imágenes que se mueven para no olvidarme de la maravillosa sensación), y dos cayeron en ese tiempo: Maho Shojo Madoka Magica y Toradora!. Al verlo tan de seguido me aburría un poco así que tomaré un descanso; pero un día de estos los reseñaré para que os hagáis a la idea. Al igual que en el punto de arriba, estoy abierta a sugerencias, con tal de que no sean inconclusas ni tengan más de 100 capítulos. ¿Alguna idea en particular?
  • Y ya más centrado en el blog, diré que la sección “Recomendados del Mes” queda en hiatus hasta que me salga del pie o lo junte por meses cuando me acuerde indefinidamente por circunstancias ajenas a mí. Es decir, que como leo menos que antes y apenas puedo ver películas, quedarían entradas bastante sosillas. Echadle la culpa a la lsnbgfjn carrera que he elegido, que aunque haya sido yo quien la haya elegido me defeco en ella constantemente. I regret nothing.
  • Por lo demás, intentaré actualizar dos o al menos una vez por semana con temas como hasta ahora. Echo de menos estos lares, lo confieso ;)

domingo, 9 de octubre de 2011

Cosas nuevas que he hecho esta semana:

  1. Perderme de camino a la facultad. ¡Correr y llegar casi puntual en esos momentos tiene su mérito!

  2. Estar más de tres horas seguidas en un laboratorio. Sin descansos ni ostias, que eso es pa’débiles xD

  3. Jugar a ser una científica loca con ácidos de concentraciones peligrosas para la salud. (Realmente me hizo ilusión, vale? e.e)

  4. Matar a una araña en mi baño de un golpe rápido y preciso, ZAS, sin vacilar. El asco me llegó después, a la hora de recoger el cuerpo del delito :_____

  5. Oler amoniaco directamente del frasco.  Consecuencia: cara de estreñida durante el resto del día y pérdida del sentido del olfato toda la tarde. Consejo: No hagáis esto en casa.

  6. Ver como mi mundo empezaba a derrumbarse otra vez. Aunque no todo es tan negro como pareció en su momento, aún tengo el miedo en el cuerpo.

  7. Pintar el pelo de una amiga con spray rosa a las 7 de la mañana de un sábado y, a pesar del sueño, hacerlo de buena gana.

  8. Acunar entre mis brazos un ejemplar de A Dance With Dragons con ojos de loca. A ver si soy capaz de leerlo en inglés, aunque no confío mucho en ello.

  9. Visitar el jardín de Calixto y Melibea en Salamanca, muy bonico todo. Pero eso sí, sobraba gente. A pesar de eso, una buena sesión de fotos salió de esa tarde.

  10. Limpieza a fondo de mi baño y habitación. Pelearme con productos de limpieza desconocidos, casi encharcar mi baño, recoger unos bolones de pelusa que daban miedo y, en definitiva, sentirte orgullosa del olor a limpio que sale de tu espacio.

  11. Hacer la colada y no estropear nada de ropa en el intento.

  12. Planchar sin quemarme ni hacer ningún daño irreversible a las sábanas y camisetas, sin tirar nada ni incendiar el cuarto. ¡A más de uno le ha sorprendido que lo haya conseguido! xD

  13. Echar de menos como nunca a la gente a la que quiero.

  14. Hacer una entrada tan chorra como esta, y sentirme más o menos satisfecha con el resultado ;)

martes, 4 de octubre de 2011

Primeras (y duras) impresiones.


Well, el lunes pasado comencé la Universidad, en Salamanca. Ciudad nueva, sitio nuevo, gente nueva, materias nuevas… en definitiva, todo nuevo.

Pero mejor empiezo desde el principio de la novedad, y en este caso fue el Colegio Mayor femenino donde me alojo este curso. El Mª Ana Mogas; o el Mogas, simplemente, para los conocidos.

Llegué el sábado pasado. Con ganas, pero con unos nervios infinitos. 90 plazas en la residencia donde yo soy tan sólo una más, y de rango “inferior” por ser novata.

La verdad que mi cuarto era chiquitín, y sientes tristeza infinita al verlo tan vacío y desangelado. Pero una vez que te pones manos a la obra y lo haces acogedor, lo miras con cariño. Y esas cosas :3

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Imágenes: Antes y después (provisional, no está tan mal!)


Fui de las primeras nuevas en llegar, pero apenas estuve en él hasta el domingo al mediodía; cuando mis padres regresaron a Miranda. Muy triste todo, más de lo que suponía.

Y entonces comenzaba lo difícil de verdad. Hacerme un hueco, conocer a mis compañeras, las personas que vería todos los días durante el resto del curso.
Hasta el domingo por la tarde no hubo algo de movimiento. Nos juntamos las 4-5 que habíamos llegado, empezando a conocernos un poquillo hablando de cosas banales, de lo que fuera con tal de llenar el silencio incómodo. Se notaba que todas, interiormente, pensábamos lo mismo: ¿donde estarán el resto de nuevas? ¿Me adaptaré y me llevaré bien con todos?

El domingo noche teníamos cena de “bienvenida” en el Telepizza, donde la jefa de la residencia nos invitaba a todas las nuevas. Sinceramente se me cayó el alma a los pies al ver que la mayoría de las novatas eran más bien pijitas, maquilladas y muy bien arregladas con ganas de fiesta. Yo simplemente buscaba a alguien normal. O mejor dicho, alguien normal por fuera pero diferente por dentro, alguien que se pareciera un poco a mí.

Doy gracias a quien sea, porque lo encontré. O ella me encontró a mí, mejor dicho y es increíble la de cosas que descubrimos que teníamos en común en tan poco tiempo. Nos juntamos 3 en un principio. Poco a poco los nervios ceden. Pero solo un poco, porque tras la cena comienzan las novatadas.

Realmente las de esa noche fueron una introducción. No fue hasta el lunes cuando comenzó de veras el mal rato, la angustia y el estrés. Las malas palabras y acciones, el cansancio extremo. No voy a contar lo que nos hicieron pasar, puesto que cada uno tiene (o tendrá) la experiencia en su momento. Simplemente añadiré que no tendré un buen recuerdo de ellas. Se supone que duraban aproximadamente una semana, y finalmente 3 de nosotras nos negamos a continuar por diversas razones. Y si bien es cierto que las novatadas unen, negarse a ellas todavía más. Y poco importa lo que piensen los demás.
Por eso esta semana se me ha hecho tan cuesta arriba. Llegas nueva, perdida y algo triste, y no encuentras más que obstáculos en vez de ayuda. Pero hay que ser objetiva, y no se puede juzgar algo en un lapso de tiempo tan breve. Espero hablar más alegremente de todo esto dentro de un tiempo :3

Cambiemos de tercio, porque ahora toca hablar de la facultad.
Me sorprendió un poco que de las alrededor de 20 nuevas de la residencia tan sólo yo hiciera Farmacia, así que el lunes por la mañana me encaminé hacia el campus. Reconozco que me asombró ver a tanta gente en el vestíbulo (bueno, no era un vestíbulo, sino una sala ancha que no sé cómo se llama xD). 200 nuevos y nada, yo ahí to’ perdida >.<
Nos contaron un poquillo sobre el curso, asignaturas y demás. La organización es un caos, tanto que no sabía en qué grupo estaba y tuve que tragarme una buena cola para preguntarlo luego en secretaría. Tras esquivar la mirada de odio de los funcionarios de allí por hacerles trabajar (oh, que novedad! –.-) tuve mi respuesta. Al menos tenía un lugar, y aunque sea una tontería eso me tranquilizó bastante. Simplemente eso, ¡así que imaginad mis nervios!

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Esa es mi facultad. He puesto dos fotos porque la primera tiene así un aire como muy triste, y tampoco es eso. Hay verdecito. Arbolicos y tal. Al igual a mí se me da un aire a un tanatorio, no sabría decir muy bien porqué >.<

Mi horario es un asco, por cierto. Tengo de lunes a miércoles de 8 a 12 de la mañana, y el jueves y viernes de 8 a 11. Sin contar las prácticas, que depende de cada semana y asignatura, y pueden ser de 12-14:30 o por la tarde otras dos o tres horas. Muerte, caos y destrucción. Al menos hasta que me organice y me acostumbre. Espero que sea pronto porque si no se me va a agriar el carácter :|

El martes fueron más que nada presentaciones, y el miércoles comenzó la cosa en serio. PERO EN SERIO DE VERDAD. Nada de unos días de aclimatación. OSTIAS. Se empieza fuerte desde el primer día, tan fuerte como que vas a tema por día xDDDDDDDDDDD (ains, si no sé de qué me río si no le veo la gracia xDDD). Cosas que pasan y no deberían pasar.

De momento (aunque no lo parece) creo que lo llevo bien. A pesar de que mi profesor de Fisicoquímica es más malo que el sebo y se pasa carraspeando la hora entera. A pesar de que mi profesora de Matemática Aplicada haya decidido que somos superdotados y captamos las cosas nuevas en dos minutos. A pesar que mi profesora de Química General dice “no os asustéis” cuando escribe una ecuación que no me cabe a lo ancho en un folio. A pesar de que mi profesor de Biología estimó oportuno no presentarse a su clase de las 8 de la mañana y tuvimos que vagabundear por ahí a esas horas intempestivas. Al final de IMC, mi asignatura chiste, es de la única que no me quejo.
Pero claaaaaaaaro, es que esta semana he acumulado una cantidad brutal de mala leche porque, aparte de todo lo anterior, estoy medio mala con catarro. Y ahora lo pago con cualquiera. Necesito que alguien me acaricie el pelo y me haga ronronear de gusto. O que alguien me diga la fecha de salida de A Dance With Dragons en español. O en su defecto, necesito descansar y más horas de sueño.

Este fin de semana no he podido evitar volver a mi casa para reponer fuerzas. Ojalá esta semana y las siguientes se me hagan menos duras, porque no hay otra cosa que quiera más que estar a gusto allí. Aunque ahora no nos lo han puesto precisamente fácil.


PD: Entrada escrita el domingo 2 de octubre pero subida el martes 4 ;)