Confessions [Crítica].

En un instituto, el último día de clase, una profesora se despide de sus alumnos y, además de anunciarles que deja la escuela, les confiesa que su hija de cuatro años que, aparentemente, murió ahogada en la piscina de la escuela, fue en realidad asesinada por dos estudiantes de esa misma clase. También les hace saber que ya ha puesto en marcha su venganza contra ellos.

Título: Confessions
Año: 2010
Duración: 106 min.
Director: Tetsuya Nakashima
Reparto: Takako Matsu, Masaki Okada, Yoshino Kimura, Yukito Nishii, Kaoru Fujiwara…
Género: Drama, Thriller.

Hacía bastante tiempo que no dedicaba una entrada entera a una sola película, pero Confessions lo merece. Descubrí su existencia por casualidad, ya que pese a que es muy reciente no pasó por los cines que tenía cercanos y no vi hablar de ella. Resulta que ha ganado varios premios en Japón y fue una de las candidatas a Mejor Película Extranjera en los últimos Oscar. Su sinopsis me llamó la atención, y aunque no soy muy de cine asiático (de lo demás sí, pero de cine no, que le vamos a hacer) decidí darle una oportunidad. ¡Y menos mal!

Con un principio magnífico, que muestra el caos y la anarquía de una clase de secundaria ante lo que va contando su profesora, nos metemos de lleno en la historia. Poco a poco se van calmando y centrándose en ella o, mejor dicho, en la morbosidad de la historia que les está contando. Ellos nerviosos, inquietos, y ella toda calma y tranquilidad mientras les relata algo que todos ya saben, que su hija murió hace unos meses en ese mismo colegio; pero con una abochornante novedad: sabe que los asesinos han sido dos alumnos de esa clase. Y que su venganza había comenzado esa misma mañana.
Con esta premisa comienza una trama llena de sorpresas, mentiras, misterio, emoción y niños perturbados, con una clara crítica a la Ley del Menor y la defensa del valor de la vida. Desde el primer momento te atrapa el querer saber qué ha pasado, cuales han sido los motivos y cual la verdadera versión de los hechos.

Como no conozco a los actores no puedo comparar sus actuaciones aquí con películas anteriores. Sin embargo, en este aspecto la película también me parece muy cuidada. Teniendo en cuenta que la mayoría de los personajes son tan jóvenes, me parece perfecto todo lo que han sabido transmitir con una mirada, una risa hiriente y, desde luego, sus diálogos. La profesora es también insuperable, sobre todo en la segunda mitad de la película. Nada más que añadir.

Una de las características de la película es la parsimonia que la controla. Hay abundantes flashbacks y cámaras lentas: escenas en las que todo se recrea en las emociones de los personajes, cómo el mundo se ha detenido para ellos durante un instante. También ocurre en ciertos momentos que te pone los pelos de punta. A pesar de que el ritmo es lento (que no quiere decir que sea una película lenta) todo sucede por un motivo, y notas perfectamente cómo van encajando todas las piezas hasta el final. Y todo ello acompañado de una banda sonora adecuada y en ciertos momentos contradictoria; que no hace más que potenciar el sentimiento de desasosiego mientras la ves.

Sobre sus puntos negativos… realmente he intentado buscarlos, pero no he sido capaz. La película, como es evidente, me ha fascinado. Tanto por la originalidad de su guión, sus personajes trabajados, la peculiaridad de sus escenas, el tono oscuro que la envuelve desde el comienzo y el gran final.

¿Conclusión? Recomendadísima para todos aquellos que quieran ver algo distinto y pretendan huir durante un rato del cine comercial de Hollywood. En esta película se entiende perfectamente porqué el cine puede ser arte. Profunda e interesante, casi perfecta.