Porque incluso yo he gritado “¡Campeones!”

Suiza. Honduras. Chile. Portugal. Paraguay. Alemania. Holanda.

No me gusta el fútbol. Nunca me ha gustado, y creo que nunca me gustará. Me parece un deporte más bien estúpido (como la mayoría). Y nunca he entendido muy bien como una actividad en la que 20 personas van detrás de un balón puede despertar tantos sentimientos.

Creí que no me iba a gustar el Mundial. Y la verdad que no le he hecho mucho caso: tres partidos (dos por “obligación”), concretamente. El de Portugal lo medio-vi-medio-hablé en Mallorca. Alemania lo sufrí e incluso lo disfruté en casa. Y Holanda.

HOLANDA, en mayúsculas. Holanda, que en vez de un equipo de fútbol parecía un equipo de carniceros; reventado a patadas a los españoles. Un partido teñido de amarillas que deberían haber sido rojas. Un partido sucio, en general. ¿Pero acaso eso va a empañar nuestra alegría?

Sí, NUESTRA. Porque yo, pese a ser anti-futbol, anti-deporte, pese a no entender de tácticas ni técnicas (ni entender esa horrible costumbre de escupir en el campo). Yo, pese a todo eso, he vibrado.
He gritado.
Me he lamentado.
He notado como mío el dolor de la patada en el pecho de Xavi Alonso.
He vuelto a gritar.
He abrazado a mis padres.
He saltado.
Me he emocionado.
Y he gritado “¡CAMPEOOONES!”.

Porque gracias a este mundial me he aprendido el nombre de los jugadores, he descubierto quien es Cristiano Ronaldo (xDD), mi padre me ha enseñado a diferenciar los gilicorner de los cojocorner. Porque este mundial me ha enseñado que hay algo que nos une a todos. Me ha mostrado las calles vacías, las fachadas llenas de banderas.

Asi que ahora, A DISFRUTAR de ese título. De esa estrella encima del escudo de la camiseta. Ahora toca ver llorar de felicidad a Casillas, que tan mal lo ha pasado por el follón de Sara Carbonero. Porque ni que Puyol y Xavi sacaran la bandera catalana me ha hecho más que mascullar un “gilipollas”.

Me he emocionado viendo el fútbol. Nunca lo creí posible, y sigo sin entenderlo hoy, casi un día después. Pero paso de buscarle sentido. Porque hoy, por primera vez, he entendido eso de “El futbol no es sólo deporte, es un sentimiento”.

Por ellos, que en verdad se merecen ese título. Por ellos, que hacen que todos nos sintamos españoles. Por ellos, por la Selección Española, por ellos va esta entrada. Porque ha sido el primer campeonato del mundo, pero no será el último.

Porque he visto esa copa del mundo y, que coño, a mí también me han entrado ganas de cogerla.

Palabra de Naylah, futbolera por un día.