Me gusta.

Me gusta ser como soy, aunque a veces diga que no. Me gusta mi personalidad. Me gusta mi risa tonta y contagiosa. Me gustan los chistes malos. Me gusta ayudar a la gente porque sí, me gusta verles sonreír y saber que, en parte, es gracias a mí. Me gusta ser cabezota, y no me importa ser orgullosa.

Me gusta escuchar música a cualquier hora del día en cualquier sitio. Me gusta caminar a su ritmo y balancearme a su compás. Me gusta cantar a escondidas en casa. Me gusta buscar letras de canciones en internet y me gusta sentirme identificada, como si, en secreto, me las dedicaran.

Me gusta tumbarme en la cama, arropada y con un buen libro entre las manos mientras como galletas, con el ruido de las manecillas del despertador como única compañía. Me gusta imaginar historias donde muere gente, me gusta hacer preguntas que nadie sabe responder. Me gustan Bécquer, Quevedo y Salinas, me enseñaron que la poesía no es siempre aburrida. Me gusta que me escriban y, a veces, me gusta escribir.

Me gustan las películas de miedo sangrientas, las sangrientas y no de miedo, las que no tienen nada que ver con sangre y miedo. Me gustan las típicas románticas porque siempre me hacen llorar. Me gustan el cine, el teatro y los musicales, cualquier cosa que me haga imaginar y me sorprenda con nuevas o conocidas historias.
Me gustan los videojuegos de RPG, de estrategia o plataformas. Me gusta tener el salón sólo para mí y así poder rechinar los dientes cuando ese enemigo tan fuerte está intentando comerme. Me gusta respirar profundamente y llenarme de entusiasmo cuando consigo vencerle.

Me gusta el crujir de las hojas en otoño, me gusta ver nevar y el olor de una tormenta. Me gusta escribir en las esquinas de las paredes. Me gusta buscar formas a las palomitas. Me gusta hacer fotografías. Me gusta que me miren a los ojos. Me gusta que me susurren al oído. Me gusta que me abracen como si no existiera nada más. Me gusta que me besen y me hagan sentir especial. Me gusta hablar, y que confíen en mí. Me gustan las rosas rojas, y me gusta que me las regalen. Me gusta ir de compras, me gustan los ojos grises y verdes. Me gusta el negro, blanco y el morado. Me gusta adivinar los pensamientos de la gente. Me gustan las discusiones amistosas. Me gusta que me den la razón cuando la tengo. Y, aunque no debería, aun me gusta su sonrisa.

Me gusta pensar que algún día las cosas cambiarán. Me gusta pensar que el hoy será mejor que un ayer. Y, algún día, me gustaría poder decirlo y saber que es verdad.

PD: Para esa personita que me dijo ayer que siempre digo lo que me desagrada. Sobre todo, porque sabes que me gusta llevarte la contraria ;)

naylah©