Navidad (II) [10-16 + Conclusión]

Y continúo lo del post anterior ^^

10. Luces “navideñas”.
Vale, algunas son bonitas. ¿Una de cada diez? Y siendo generosa.
Aparte de su estética, pasemos a lo práctico: Tanto reno volador, hombre gordo embutido en un traje rojo nada favorecedor, tanta lucecita y tanta pijotada genera un consumo de energía de ponerse a temblar.
¿Dónde quedó eso de cuidemos el planeta? Ahora me dirán, es que sin luces no es lo mismo… Venga, hasta luego. Recuerdo que la Navidad es una fiesta ante todo, religiosa. Y no creo que unas lucecitas no digo ya apagadas siempre, simplemente encendidas durante un tiempo limitado, vayan a ponerte de mal humor.

11. Árbol y Belén.
Esto es completamente subjetivo, yo lo sé, pero no me he podido resistir.
¡POR FIN! Después de años lidiando batallas contra mi madre por este tema… POR FIN he conseguido librarme de poner el arbol este año n.n
Hasta ahora, siempre he tenido que subir al ático sola, descoyuntarme y prácticamente herniarme sola bajándolo, sacarlo de la caja y llenarme de polvo sola, decorarlo sola… Así que me río yo del espíritu navideño de mi familia -.-
Y, lo que nunca he encontrado entretenido ha sido poner el Belén. Quiero decir, horas y horas y horas de montaje (que si ir a buscar el musgo, que si coge papel albal para hacer los ríos, que si el perro se ha comido una oveja…) para que luego llegue el listillo de turno y diga “Ah, pues el mío es mucho mejor ^^” , o llegue alguien torpe, empuje sin querer la mesita/espacio donde está situado y te lo descoyunte todo U.U
¿Conclusión? La mía: no ponerlo. Total, nunca me pareció bonito, estorba (porque basta con que lo pongas en una mesa y al dia siguiente la necesites) y no es necesario.
La de mi madre (y vigente en mi casa): comprar/ encontrar en el fondo del trastero 5 figuras (María, José, el niño, la mula y el buey) de tamaño y dureza más que suficiente como para romper un pie, colocarlas en la entrada de la casa y dirigir una mirada de odio/grito a cualquiera que se ría o se meta con ellas.

12. Marisco
No digo que pase siempre, pero más de una vez me he quedado con ganas de decir: “Vuelta la burra al trigo y otro ejemplo más de lo tonitos que podemos llegar a ser”. ¿Qué pasa, que porque sea Navidad hay que tomar marisco aunque no te apetezca? Recuerdo que tenemos otros 11 meses del año donde los pescadores cumplen con su trabajo, las pescateras venden con las mismas ganas y existe un género más variado y barato, tanto o más fresco que en estas fechas.

13. Los regalos. (incluyo aquí el consumismo y mezquindad de unos cuantos)
Regalos aquí, allá, a la vuelta de la esquina y ¡CHÁS! En tus narices también.
Personalmente, no me gusta regalar por “obligación” (véase a mis padres en Reyes, Amigos Invisibles…), pero es inevitable.
Vale, hasta aquí más o menos normal. Peero SIEMPRE, nunca falla; SIEMPRE el regalo perfecto, ese que tenías claro desde el principio y sabías que iba a resultar gracioso o iba a hacer ilusión. Pues ESE regalo, SIEMPRE está agotado. Agotado, terminado, o no hay talla, o número, o color, o tiene que ser encargado y no llega para el día que lo necesitas.

¿Conclusión? Idear un plan B que, por lo general resulta una mierda y un fracaso bastante vergonzoso.

14. La familia.
Siii, la familia. Con sus más y sus menos. Compromiso ineludible.
Todo el mundo tiene gente entre sus familiares con quien se lleva de muerte, y otros a los que no les puede ver ni en pintura.
Además, de los parientes lejanos que no hacen más que tirarte del moflete y decir “quealtaqueguapaquemajaestaaas” (así, sin respirar… lo malo es que nunca se atragantan U.U), a lo cual pasan al siguiente primo/pariente y no puedes darles un comentario mordaz y adecuado.
Junta eso, el champán, los comentarios hirientes, el calor, el bullicio, las corbatas que cortan la circulación, bocas desesperadas ávidas de marisco, escasez de servilletas y un crío (que nadie sabe que pinta allí) aderezándolo todo con su maravilloso llanto ^^U

15. Las buenas intenciones.
Que rara vez pasan de ser intenciones. Parece que todo el mundo tiene que ser bueno. No hay cabida para el odio, para las malas maneras, para las malas contestaciones. Todo es amor y felicidad. Claaaaaaaro, es Navidad.
FALSOS, más que falsos. Eso, aquí y en Pekín se llama hipocresía.
Si mi madre se compra algo feo, o tiene el pelo encrespado, ¿Acaso no puedo ser sincera y decirle que más le vale cambiarse?
Si alguien me cae mal, ¿porque tengo que sonreírle al verle pasar?
¿Por qué tengo que felicitar las fiestas a gente que, el resto del año, apenas le dirijo un “adiós”?
Existe algo llamado coherencia, y no está mal que se acordaran de ella de vez en cuando.

En honor a Nell, incluyo:

16.El frío, que ella considera una ventaja.
Y un cuerno xD Que frío aquí tenemos desde octubre hasta marzo xDDDD
De todos modos, siendo objetivos puede ser tanto una ventaja como un inconveniente:

Siempre da satisfacción ponerte esas bufandas tan suaves, esos abrigos tan gorditos e ir haciendo el memo sintiendo como la nieve rodea tus antiestéticas y recocientes botas de monte. A todo el mundo le embarga una sensación de alegría cuando la bola de nieve que has tirado impacta de lleno contra el desafortunado, y más aún cuando dicha persona te persigue gritando que le ha entrado todo el frío por la coronilla, y tú sólo puedes huir riendo y resbalando hacia el refugio más cercano a por munición y protección ^^U

Siin embargo; esta orgía de diversión dura como mucho una o dos tardes: después llega el inevitable Deshielo (peor que en la peli de Ice Age). De verdad, en esos momentos echo de menos un bastón de esos que llevan los abuelotes, me hubieran evitado muchas caídas estos años. Es cuestión de ponerte a pensar: ¿Imagináis a James Bond, a punto de pillar al malo-malísimo de la película, y que le descubran y le maten porque se haya caído en mitad de un paso de cebra (que pasa siempre…) o porque sus pasos “chof, chof” retumben hasta el otro lado del mundo? Y todo por culpa de la nieve. Asi que ojo, cuidado.



¿CONCLUSIÓN DE TODO ESTO?

No me gusta la Navidad. Puede que no muchos compartan mi opinión, pero que se le va a hacer.
Tiene sus ventajas, no lo dudo. Pero aparte de todo lo anteriormente citado, me gustaría que se recordara que es, ante todo, una fiesta religiosa cristiana.
Yo no voy a meterme en rollos de fe (de la que, por suerte o por desgracia, carezco); pero a toda la gente no practicante, atea, agnóstica o de otra religión les lanzo esta pregunta:
¿Celebráis Hannukah, o el Ramadán? ¿Verdad que no? Entonces, haciendo gala de la coherencia nombrada con anterioridad… tampoco deberíais celebrar la Navidad.
Algunos me dirán o pensarán que lo hacen por la tradición, para no perder las costumbres… vale, lo respeto. Pero tened en cuenta que no existen unas Navidades laicas, ya que en estas se celebra el Nacimiento del Mesías, la llegada del hijo de Dios.

¿Y para que se va a celebrar si no se cree en ellas?

Yo, por mi parte, predico todo lo que puedo con el ejemplo. Adiós decoración, adiós “Feliz Navidad” (como curiosidad… mi padre y yo ya llevamos dos Navidades “sobreviviendo” con Igualmente’s); regalos los justos y maldiciendo las inevitables cenas en familia.


¿Qué opináis? ¿Añadiríais algún punto más? ¿Alguna vez se os ha pasado por la cabeza las preguntas del último punto?

Espero reproches, miradas asesinas y, quizá, alguien que me dé la razón =P


naylah©